Hace ocho años que Laura lleva adelante el Centro de Estética Corps D’or. De especialidad estética no invasiva, las claves de su permanencia hablan de la adaptación al cambio y de una fuerte apuesta a la tecnología.
Laura resalta la importancia de seguir las tendencias, las nuevas formas de trabajo y hace hincapié en la evolución que hizo la estética en el aspecto mecánico, que promovió resultados objetivos, efectivos y a corto plazo.
En cuanto a la pandemia, destaca: “Nunca nos imaginamos que iba a tener ese desenlace. Empezamos a ver de qué manera desarrollar contenido para estar presentes y brindar asistencia por Whatsapp”.
Crearon contenido preventivo para transmitir tranquilidad al paciente y trabajaron sobre el cuidado del cuerpo en casa: “Abordando el tema desde la alimentación y sobre moverse en casa, para no encontrarse con el sedentarismo del encierro”. Se enfocaron en el bienestar y el cuidado de la imagen.
Una vez se retomaron las actividades, todo se basó en estar atentas al desafío que les esperaba: “Muy pendientes de cómo se iban habilitando las actividades. Tengo cuatro colaboradoras que son licenciadas en kinesiología y fisioterapia, entonces tuvimos la oportunidad de reabrir las puertas e implementar medidas de seguridad adecuadas”.
Sobre las medidas de seguridad, indica que primero fueron fundamentales las del Ministerio de Salud. Hicieron uso de la información disponible y, como dueña del centro, fue crucial brindar el aval necesario para la protección de las profesionales y los pacientes.
Luego, crearon un protocolo especial para su espacio, que se basa en fuertes medidas de bioseguridad, sanitización, elementos de protección descartables: “parece una sala de operaciones”, dice Laura.
Al igual que Corps D’or, desde Sveltia creemos que las medidas de bioseguridad y el compromiso inalterable con el paciente son claves para transitar este proceso que ya comienza a mostrar perspectivas alentadoras.
